miércoles, 1 de febrero de 2012

Una alternativa nueva: PAP

El fin de semana pasado se reunió en asamblea el Partido Alternativa Popular (PAP). El encuentro aprobó un documento de trabajo, varias resoluciones sobre la coyuntura política actual y eligió una nueva directiva. Asistieron a la asamblea cerca de cien dirigentes obreros, estudiantiles, indígenas, y de organizaciones de mujeres y ambientalistas. Los medios de comunicación no le dieron importancia al evento.
Al mismo tiempo, en otro lugar, también se reunió el partido del gobierno que lanzó su campaña electoral que culminará en mayo de 2014. En esa reunión – que acaparó los titulares - no se plantearon los problemas del país ni se preocuparon por discutir los retos que enfrenta el pueblo panameño. Al contrario, los ministros del gabinete del presidente Martinelli plantearon la línea que seguirán para reelegir al actual mandatario en las próximas elecciones.
El PAP analizó las tareas inmediatas que deben realizar para continuar su lucha por alcanzar el poder político. En 2011 su proyecto de constituirse como partido reconocido por el Tribunal Electoral no prosperó. No alcanzó el número mínimo de firmas. Muchos partidarios se frustraron y se alejaron de las toldas del PAP. Sin embargo, los militantes más decididos continúan apoyando el proyecto bajo nuevas condiciones.
Según el documento aprobado por el PAP, la organización trabajará en dos direcciones que se complementan y definen una estrategia política de mediano plazo. Por un lado, luchará por constituir un frente popular de todos los sectores progresistas para enfrentar los retos que representa la convocatoria electoral de 2014. El PAP se movilizará junto a todas las fuerzas progresistas del país para romper el monopolio sobre el poder político que tiene la oligarquía tradicional panameña. Al mismo tiempo, la asamblea le dio preeminencia a las tareas correspondientes al fortalecimiento de la organización y estructura del partido. La red que ha construido el PAP a lo largo y ancho del país le servirá al pueblo para hacerse sentir en las luchas políticas y sociales que se avecinan. 
“Las opciones electorales son múltiples”, concluye el documento. “Desde la inscripción del partido, hasta la libre postulación y, en el peor de los casos, el tradicional voto nulo o en blanco. Aún es temprano para decidir al respecto. En cualquier caso, el partido sigue fiel a su propuesta unitaria y democrática abierta a todos los sectores populares y de capas medias mediante un programa de transformaciones sociales, económicas y políticas”.
Entre las resoluciones aprobadas por la Asamblea se destacan, por un lado, la concerniente a la coyuntura política y, por el otro, a la situación económica. A la Asamblea le preocupó el creciente abuso del poder por parte del gobierno de Martinelli. También planteó que es fundamental luchar por una Asamblea Constituyente originaria que refleje una correlación de fuerzas favorable a los intereses de las mayorías que conforman el pueblo panameño. Así mismo, exigió que las reformas electorales acaben con el monopolio político que tienen los sectores que concentran el poder económico en el país. En lo más coyuntural, demandó que la Asamblea de Diputados lleve las reformas electorales al hemiciclo lo más pronto posible, que baje el proyecto de la quinta Sala a primer debate e inicie una amplia consulta.
La asamblea se propuso elaborar un Plan Nacional de Desarrollo que coloca en primer plano las necesidades de la población panameña. El Plan tiene que contemplar las estrategias productivas de todos los sectores para garantizar un crecimiento integral del país. El Plan debe regular las iniciativas económicas impidiendo que el crimen organizado se apodere de las finanzas públicas, como ocurre en la actualidad.
El documento aprobado en la Asamblea “enfatizó que el objetivo del PAP es brindar al pueblo panameño una nueva opción política, distinta - en todos los sentidos - a los actuales partidos oligárquicos, desprestigiados por la corrupción y sus medidas anti-populares. Se aspira sumar a Panamá al espíritu de cambios que sacuden al conjunto de la región latinoamericana”. El documento también enfatizó que su programa de gobierno promoverá “los empleos, la agricultura y la industria nacional, sin el sometimiento a intereses de potencias extranjeras”.
La propuesta del PAP contrasta con la política del actual gobierno que está destruyendo al sector productivo (agro e industria) del país. Igualmente, Martinelli está endeudando a Panamá sobre la base de la especulación en torno al futuro del Canal. El llamado “Fondo Soberano” que propone ahorrar parte de los peajes que recibe la vía acuática no es para desarrollar el potencial productivo del país. Según sus detractores, serviría para repartir los miles de millones de dólares acumulados entre los sectores más ricos del país. Es un colchón para cuando estalle la “burbuja”, los especuladores reciban su tajada.
La Asamblea reconoció la importancia de la huelga histórica de los trabajadores de Changuinola, quienes en 2010 frenaron los atropellos del presidente Martinelli y lograron detener el creciente deterioro de la correlación de fuerzas entre oligarquía y pueblo trabajador. El espíritu de lucha de los trabajadores de Bocas del Toro servirá como escudo en el avance del pueblo panameño y en la organización de su partido, aseguraron los presentes en la Asamblea.
Panamá, 2 de febrero de 2012.

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