En forma oportuna la revista TAREAS número 140 salió a la luz pública en enero con un homenaje al hombre de leyes y gran luchador social, Jorge E. Illueca. El político y jurista llenó las páginas de la historia panameña desde sus primeras incursiones en las movilizaciones populares de principios de la década de 1940 como joven estudiante en las jornadas de luchas nacionalistas, pasando por la formación del Frente Patriótico de la Juventud. El guerrero de muchas batallas aún no ha decidido reposar y participa en los grandes debates nacionales.
La revista que fundara Ricaurte Soler en 1960, reproduce dos escritos de Illueca que reflejan su pensamiento como panameño nacionalista. Además, nos permite ver de cerca las similitudes de una crisis política de hace tres generaciones y compararla con la actual. En el discurso de 1950, anunciando la decisión del Frente Patriótico de la Juventud de convertirse en partido político, denuncia la política tradicional de convertir el Canal de Panamá y la posición geográfica del país en una fuente permanente de corrupción y enriquecimiento de la oligarquía panameña. Además, fustiga a la administración del entonces presidente Arnulfo Arias por haber prometido cambios fundamentales sin haber cumplido.
Illueca pareciera estar hablando en 2012 y no en 1950 cuando denunciaba que “la situación trágica que confronta la República por la falta de un Gobierno serio que planifique la acción estatal, de manera que todas las comunidades del país se incorporen a la vida nacional y disfruten de un desarrollo económico a tono con la civilización actual, ha urgido al Frente Patriótico a abrir hoy una campaña decidida para su inscripción legal como partido, con el propósito definido de alcanzar el poder democráticamente, a fin de que la República cuente con un gobierno que no traicione los intereses populares”.
Illueca también señalaría con preocupación “que no hay actualmente un Ejecutivo serio participando en la dirección de los destinos nacionales... Consideramos que ese Ejecutivo es incapaz de rectificaciones y de una labor técnica, sistematizada y estable en la administración pública... Es nuestro deber no sólo el de organizar un partido con personalidad electoral, sino una fuerza dinámica, funcional, que mediante la acción popular en el juego democrático sirva de freno a los abusos, desmanes, excesos y arbitrariedades del Gobernante presente o de cualquier otro de similares proclividades”.
En el discurso, Illueca aseguraba “que el país no está dispuesto a tolerar más violaciones a la Ley y a la Constitución, y que (los abusos) de poder los combatiremos en la medida en que ellos se presenten. Que el pueblo panameño no es un pueblo servil ni degenerado y puede tener reacciones cuyo alcance no se puede predecir”. Como advertencia, Illueca le recordaba al gobierno de aquel entonces “que existe un núcleo de hombres y mujeres dispuestos a oponernos a cualquier sistema de despotismo y que ante los insistentes atentados de la Administración de llevar al caos a todos los aspectos de la vida nacional, estaremos al frente del pueblo en la hora en que sus desvíos hayan agotado la paciencia popular”.
En el segundo discurso que TAREAS reproduce, Illueca se dirige a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1983 a nombre de Panamá. Es un pronunciamiento emotivo y lleno de patriotismo. Sin embargo, Illueca deja claro que, a pesar de los triunfos diplomáticos panameños del pasado reciente, son muchas las tareas por realizar. No hay que olvidar que la tinta con la cual se firmaran los Tratados del Canal Torrijos Carter en 1977 aún estaba húmeda. Los tratados ponía fin a la colonia “zoneíta” y le ponía fecha de término (31 de diciembre de 1999) a la ocupación militar norteamericana de la Zona del Canal y a la administración del Canal por parte de ese país. Los sacrificios de los mártires de enero de 1964 no habían sido en vano. Sin embargo, Illueca no ignoró en su presentación histórica al foro mundial, que reúne a cerca de 200 países del globo, que Panamá aún tiene que enfrentar serios obstáculos para alcanzar sus objetivos como nación.
Los dos discursos son de obligatoria lectura para todo panameño que quiere contribuir a la grandeza del país en el siglo XXI. Les recomendamos que consigan la revista TAREAS y estudien la obra de Illueca. Al mismo tiempo, pueden buscar el libro de tres tomos de Celestino Araúz con la biografía del jurista y luchador social.
Tareas también publica en el número 140 un trabajo de Claudio Katz, sociólogo argentino, que analiza la crisis mundial y las teorías que apuntan a una crisis de hegemonía de EEUU y el surgimiento de nuevas opciones para darle liderazgo al desarrollo del capitalismo mundial. No descarta, entre las opciones, el colapso del capitalismo como sistema que le da orden al sistema mundial.
Antes de que se produjera la crisis de la Unión Europea, Katz ya decía en su trabajo que el “Viejo continente” tendría una “evolución imprevista. Se expande hacia el Este sin estrategias claras y busca un perfil institucional que no logra definir. En comparación a la agenda imperial norteamericana, las propuestas europeas son inconsistentes”.
Panamá, 26 de enero de 2012.
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