Faltando dos años para las elecciones generales de 2014, el Partido Cambio Democrático (CD) inició su campaña para quedarse en el poder durante 5 años más. El fundador y líder del CD es también el actual presidente de la República, Ricardo Martinelli. En 2009 Martinelli ganó las elecciones con un amplio margen (60 por ciento del electorado), en alianza con el Partido Panameñista (cuyo origen se remonta a 1938). Actualmente, el Panameñista está en la oposición, junto (pero no aliado) con el Partido Revolucionario Democrático (PRD), fundado por el general Omar Torrijos en 1978.
A pesar de su rechazo en las encuestas, el CD se enfrenta a una oposición debilitada por gestiones partidistas anteriores marcadas por la corrupción. El PRD no encuentra la figura que les garantice la unidad interna. A su vez, el Panameñista no encuentra la dirigencia que detenga el desgaste de sus otrora poderosa estructura.
A su vez, las fuertes movilizaciones sociales de la clase obrera y de las capas medias aún no se traducen en avances electorales. El discurso reivindicativo y de cambio social que es legitimado en las protestas y marchas, no logra abrir la senda hacia las urnas.
El CD está dominado por un círculo cerrado de empresarios sin experiencia y no tiene muchos cuadros de donde escoger candidatos presidenciales. El presidente Martinelli ha mencionado en muchas ocasiones como su sucesor al joven presentador de televisión y actual ministro de Desarrollo Social (MIDES), Guillermo Ferrufino. También suenan como posibles ungidos los únicos políticos con experiencia del CD, Jorge Ricardo Fábrega y Aníbal Galindo. El primero es el actual ministro de Gobierno y el segundo se ha mantenido alejado de los puestos de gabinete.
Con motivo de las celebraciones recientes de un aniversario del CD (fundado en 1998), salieron a relucir los preparativos electorales para 2014. Según el ministro de Comercio y vocero político del CD, Ricardo Quijano, Ferrufino es un hombre con muchas cualidades que lo pueden llevar a ganar la Presidencia del país en el 2014. Según Quijano, Ferrufino es el único del CD que está marcando en las encuestas (16 por ciento).
Tras la avanzada reciente de Martinelli en la entrega de obras, Ferrufino apareció en la ciudad de Colón donde reiteró sus aspiraciones presidenciales. El joven ministro rechazó la insinuación de que su campaña se “centra en su gestión asistencialista y apuesta al efecto multiplicador que esto pueda generar”. El titular del Mides reiteró que ‘nunca va a dejar de aspirar’, incluso adelantó que a lo interno del partido, ya se han realizado reuniones con el presidente Martinelli, el ministro Fábrega, Aníbal Galindo y otras figuras de Cambio Democrático para organizar las que serían las candidaturas para las elecciones de 2014.
Según La Estrella de Panamá, la “hoja de ruta del CD está definida: permanecer en el poder". Ahora esta de moda “la tesis de la ‘continuidad’, en la que el propio Martinelli aseguró que en 2014 debe ‘repetir’ o ‘les van a quitar todo’. Analistas y figuras de la sociedad civil ven en el plan una compra de conciencias de las clases populares”.
Martinelli, quien está en plena campaña faltando dos años para las elecciones, ha aprovechado todas sus apariciones públicas recientes para hablar de la ‘continuidad’. Mientras el país se debate en problemas como las protestas de los pueblos indígenas, la amenaza de una huelga en el sector educativo, los paros en el Seguro Social y otros conflictos, el gobierno centra su estrategia en convencer a la población de que la continuidad es necesaria. Alma Cortés, ministra de Trabajo, con una larga hoja de persecución del movimiento sindical, dijo que la estrategia no es secreta, se fundamenta en la ejecución de obras y dejar que la población las evalúe.
Según La Estrella de Panamá, la “hoja de ruta del CD está definida: permanecer en el poder". Ahora esta de moda “la tesis de la ‘continuidad’, en la que el propio Martinelli aseguró que en 2014 debe ‘repetir’ o ‘les van a quitar todo’. Analistas y figuras de la sociedad civil ven en el plan una compra de conciencias de las clases populares”.
Martinelli, quien está en plena campaña faltando dos años para las elecciones, ha aprovechado todas sus apariciones públicas recientes para hablar de la ‘continuidad’. Mientras el país se debate en problemas como las protestas de los pueblos indígenas, la amenaza de una huelga en el sector educativo, los paros en el Seguro Social y otros conflictos, el gobierno centra su estrategia en convencer a la población de que la continuidad es necesaria. Alma Cortés, ministra de Trabajo, con una larga hoja de persecución del movimiento sindical, dijo que la estrategia no es secreta, se fundamenta en la ejecución de obras y dejar que la población las evalúe.
A principios de 2012, Martinelli dejó plasmado en un documento firmado ante trece notarios de la capital que no tiene interés en aspirar al cargo en 2014. Según sus seguidores, dicen que el presidente Martinelli, ‘les habla al oído a todos’ sus allegados prometiéndoles que serán el candidato oficialista para el próximo torneo electoral. Sin embargo, aún no hay algo en firme. Ninguno de los ministros que acompañan a Martinelli en su gestión gubernamental alcanza el 50 por ciento de aceptación, según las últimas encuestas. Ferrufino, el único que ha confirmado sus aspiraciones, suma 46 por ciento. Según el exvicepresidente Samuel Lewis Navarro, el CD sólo podrá repetir su triunfo electoral en 2014 haciendo trampa.
El CD ha logrado generar un número plural de mega-proyectos que producen enormes ganancias. La compra de armas a Italia – cuestionada en los tribunales de ese país europeo – significó el desembolso de 300 millones de dólares. La construcción del Metro subterráneo representa casi dos mil millones de dólares. La nueva Ciudad de la Salud tiene un precio que supera los 500 millones de dólares. La ampliación de la avenida que conecta la ciudad con el aeropuerto de Tocumen suma casi otros 250 millones de dólares. Los analistas dicen que es la obra vial más cara en la historia del país. Además, se anunció la construcción de un muelle nuevo en el aeropuerto internacional de Tocumen a un costo que rebasaría 250 millones de dólares adicionales.
En este festín, no estoy incluyendo las sumas multimillonarias vinculadas a la ampliación del Canal de Panamá (US$5 mil millones), las concesiones y negociaciones en torno a los proyectos mineros (6 mil millones), hidroeléctricos (mil millones) o turísticos (casinos, playas y otras propuestas de origen dudoso).
Panamá, 31 de mayo de 2012.
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